martes, 3 de junio de 2014

Obsesión.

En tu mirada me perdí,
tus besos quise probar,
sin saber de ti de repente te quise,
deseé tu pelo acariciar,
todo eso y más cuando te conocí,
un sueño del que nunca quise despertar.
Te espié a escondidas,
muriendo porque tu estuvieses haciendo lo mismo,
queriendo conocer tus caricias,
sabiendo que para amarte ya estaba listo
y deseando provocarte sonrisas.
Lloré del miedo,
miedo de no gustarte,
miedo de que otro te gustase,
miedo de no ser suficiente,
miedo de llegar a amarte,
miedo de que tu no llegases.
Ideas locas rondaron mi cabeza,
creí que tú ya me odiabas
y ni siquiera te había vuelto a ver,
pensé que conmigo no soñabas,
para tranquilizarme tomé un café,
de nada sirvió,
comprendí que me estaba obsesionando,
que no era normal que en ti tanto pensase,
pues eso me estaba haciendo un terrible daño.
Olvidé todo y a todos,
empecé a pensar solo en ti,
pues creía verte por todos lados,
tú nunca estabas,
yo ya moría,
tú no lo hacías,
pero era lógico,
pues solo habían pasado dos días.





No hay comentarios:

Publicar un comentario