domingo, 19 de octubre de 2014

Memorias de una persona infiel

Puede que el invierno esté llegando y tu aún no me hayas perdonado,
pero no me rendiré,
estaré siempre soñando que vuelvas a mi lado,
siempre te querré.
Entiendo que no aceptes los errores del pasado,
pero ruego tus labios sobre mis labios
entiendo que por el ayer no consigas en mi creer,
pero te sigo esperando,
entiendo que me odies por haberte sido infiel,
si me perdonas no lo volveré a hacer.
Quiero irme de tu lado,
dejar de hacerte daño,
pero no puedo vivir sin ti,
contigo quiero morir.
Quiero que mis hombros estén debajo de tus brazos,
quiero que mis ojos te estén siempre mirando,
quiero que mi final sea feliz o triste a tu lado,
sueño con recuperar todos tus abrazos,
ven aquí,
te estoy esperando.
Mis palabras no pueden curar tanto daño,
me siento horrible por asesinar todo lo que habíamos creado,
por favor,
perdóname,
quiero parar de añorarte tanto,
quiero parar de sufrir por no tenerte a mi lado.
Y aquí estoy ahora,
corriendo a un sin destino,
esperando a que tu me pares,
esperando a que me beses
y amándote por siempre.




Lo peor son las mentiras que acabo de contarte,
si te hubiese querido no podría haberte mentido,
si te amase cuanto digo me serías suficiente,
ahora voy a serte sincera,
sólo quería follarte,
añadir uno a mi lista,
y como a mí un día me hicieron,
hundirte para que estés bajo tierra,
engañarte y dejarte en la mierda.



miércoles, 1 de octubre de 2014

Ella y yo.

Todo sale mal,
nada puedo lograr,
sólo llorar de nuevo,
como el primer día,
como la primera noche en vela,
tirado en la cama,
odiándome hasta que anochezca.
Quiero ser más fuerte,
quiero dejar de llorar,
ser feliz de una puta vez,
sin conocer la verdad,
pues muy dura es
y no la quiero aceptar.
No pedo moverme,
o eso creo,
quiero morirme,
sé que es muy pronto,
pero es mi deseo,
o puedo pedir ayuda,
les aburriría,
sólo soy una mente triste,
nadie quiere a alguien así en su vida.
¿Alguien puede escucharme?
¿Estoy solo en esta huida?
Huyo de ti,
huyo de mí,
huyo de la vida,
de la muerte también,
huyo para no acabar dañado,
tanto huyo que al final siempre nos encontramos,
ella y yo,
mi cuchilla y yo.