martes, 6 de mayo de 2014

6 días de esperanza.

Me dijeron seis días de vida,
no paré de llorar,
esperando un milagro,
un milagro que impidiese mi ida.
Me dijeron cuatro días respirando,
dejé de llorar,
agarré fuerte a mi familia
y los pasé a ciegas luchando.
Me aseguraron dos días más,
al Dios que nunca creí recé,
corrí hacia la segunda oportunidad
y por supuesto sin mirar atrás. 
Lo típico no os pienso decir,
que luchando se consiguen las cosas,
pues poco después yo morí,
y en mi tumba me dejaron rosas.
Lo que sí os puedo pedir,
es que nunca perder la esperanza debéis,
a veces lo conseguiréis,
otras igual no,
pero con fuerza ya veréis,
que con una sonrisa hasta el final viviréis.


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