Del
interés al amor
y
del amor a la obsesión.
De
la obsesión al rechazo
y
del rechazo a la locura.
De
la locura a la depresión
y
de la depresión a la distorsión.
De
soslayo observé tu rostro,
memoricé
tus movimientos rápidamente,
quedándome
con ellos,
pero
sin que te dieses cuenta de lo que estaba haciendo.
Cada
vez más locura por mis venas,
cualquier
cosa haría por sentir su piel,
que
compartiésemos algunas penas,
y
que me diese besos con sabor a miel.
Días
amargos,
amándote,
obsesionándome
y
amándote más aún.
Noches
en vela,
silenciosas,
llorando
por no haberte visto,
llorando
por no recibir tus rosas,
rosas
que ella se lleva,
rosas
mentirosas.
Mil
lágrimas por ti,
mil
lágrimas y una más,
siento
que me voy a hundir,
hundir
en mi soledad.
Y
lo único que deseo,
en
mundo lleno de injusticias y desgracias,
es
oírte decirme te quiero.
De
la distorsión a la soledad
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